Abordando el perfil de salida en la LOMLOE: un concepto nuevo

Uno de los conceptos que aparecen en la LOMLOE, la ley orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de Educación; es el perfil de salida que debe tener el alumnado al finalizar la educación básica. El perfil de salida en la LOMLOE establece las competencias clave que deben haber adquirido el total de los alumnos. A lo largo de este post, conoceremos por qué es fundamental para la planificación educativa, la evaluación y la toma de decisiones.

Profundizando en el perfil de salida en la LOMLOE

Se trata de una herramienta que identifica y define las competencias clave exigidas a los estudiantes al finalizar la fase de la enseñanza básica. El perfil de salida en la LOMLOE es la misma estructura para todos los centros escolares del país. Por tanto, todas las decisiones curriculares, estrategias y orientaciones metodológicas deben basarse en las características que tenga este perfil. Así que, se alza como el timón de la toma de decisiones en la promoción u obtención del título de la educación básica.

Estas competencias clave que deben adquirir los alumnos están relacionas para conseguir el pleno desarrollo social, profesional y personal. Además, tienen vinculación con los principales desafíos y retos globales del siglo XXI, los cuales el alumnado tendrá que hacer frente. Se trata de la piedra angular de todo el currículo, el nexo y hacia donde se deben converger los objetivos de las distintas etapas que forman la educación básica. 

¿Qué aspectos determina el perfil de salida en la LOMLOE?

Las competencias clave que definen al perfil de salida en la LOMLOE toman el punto de partida en las indicadas en la recomendación del Consejo de la Unión Europea, del 22 de mayo de 2018, relacionadas con las competencias necesarias para el aprendizaje permanente. Estas han sido amoldadas al sistema educativo español y en contexto con la educación básica. El proceso de adquisición de las competencias clave para tener el perfil de salida en la LOMLOE, comienza en las etapas educativas anteriores y se progresa con el ojo a la meta.

Gracias al planteamiento del perfil de salida en la LOMLOE, se garantiza y favorece que exista una coherencia entre los aprendizajes de las distintas etapas educativas. Por tanto, durante este proceso se valora la consecución de estas competencias. Y, además, no solo se debe tener los conocimientos requeridos al finalizar la educación básica, sino que debe ser un punto de partida para progresar y continuar en el aprendizaje permanente.

Las competencias clave que debe tener el perfil de salida en la LOMLOE

De manera general, cumplir con las competencias y los objetivos propuestos por la LOMLOE está relacionado con la adquisición y desarrollo de las mismas, que son las siguientes:

• Competencia en conciencia y expresión cultural
• Competencia plurilingüe
• Competencia ciudadana
• Competencia matemática y en ciencia, ingeniería y tecnología
• Competencia emprendedora
• Competencia en comunicación lingüística
• Competencia digital
• Competencia ciudadana

¿Qué desafíos tendrá que hacer frente el perfil de salida en la LOMLOE?

La meta que se quiere alcanzar al mostrar las características que debe cumplir el alumnado tras completar la educación básica es activar los aprendizajes adquiridos para responder a esos desafíos mencionados anteriormente. Los aprendizajes que debe cumplir el perfil de salida en la LOMLOE, serán necesarios para hacer frente a los siguientes desafíos:

• Entender los conflictos como algo cotidiano en la sociedad y tener la capacidad de resolverlo de manera pacífica
• Convivir y cooperar con sociedades cambiantes y abiertas: existen diversidades personales y culturales que hay que valorar al igual que el interés en otras lenguas
• Tener una actitud responsable: en temas como la degradación del medioambiente o el maltrato animal, teniendo en cuenta sus causas y consecuencias
• Desarrollar un espíritu crítico, proactivo y empático
• Identificar los aspectos en común con el consumo responsable
• Formar parte de un proyecto colectivo, en lo local y global, desarrollando empatía y generosidad
• Inculcarle unos estilos de vida saludable por medio de la comprensión del organismo y una reflexión crítica de los factores internos y externos que intervienen
• Aceptar que la incertidumbre es una oportunidad y no una llave a la ansiedad
• Desarrollar las habilidades requeridas para seguir aprendiendo en la vida
• Saber analizar de manera crítica y aprovechar las oportunidades que te brinde la vida

Estos desafíos necesitan de conocimientos, actitudes y destrezas que subyacen de las mismas competencias claves y que se abordan en las distintas áreas, materias y ámbitos que componen el currículo. Sus contenidos son imprescindibles y sin ellos, el alumnado no entendería qué ocurre a su alrededor.